El blog de Max Piquer: TU CUERPO

Un placer mirarte mientras duermes. Tan vulnerable, apetitosa, tan inocente….Tu cuerpo. Lencería atrevida, húmedos caminos, carmín y saliva, palabras procaces que desnudan la moral más férrea, moratones en el cuello… sudor, piel de seda, vello erizado, puertas entreabiertas a tus caminos oscuros como bocas de lobo. Ponte para mi esas medias negras, exhíbete, retoza sobre la cama, voltéate, muéstrame todo, todo, por favor acércate más... pellizca ligeramente mis testículos y sabré que no sueño. Mira mujer mis pupilas y júrame por tu vida que del club de tu persona soy el único socio, de tus apetitos el anhelo, de tu corazón el ilegítimo dueño. Besos a quemarropa, máquina del vicio, catedral de los pecados, tu cuerpo.

Sentimientos que nacen a su libre albedrío; incontrolables. Las historias de amor se escriben sobre el camino, paso a paso. El desamor se escribe él solo; a golpe de lágrimas, sin piedad. Después de nada sirve llorar su marcha, como la del tren que, pasando de ti, desaparece veloz entre la humareda; dejando tras su paso cara de lelo, maletas en el suelo, la mirada perdida en el infinito, desolación, desasosiego cuando el aire se hace irrespirable ya sin apenas rastro de tu aliento.

Una vida que empezar desde cero, nuevos escenarios que imaginar, momentos inolvidables que compartir, amistad que regalar, complicidad a muerte, sutiles susurros con lujuriosas intenciones, fidelidad con la que honrar y un eterno romance que vivir. Sin secretos, transparente, sin tapujos, porque la mentira ahoga a la libertad maniatándola y erosiona relaciones mágicas condenándolas a la vulgaridad y el fracaso.

Puede que pida demasiado a las ninfas del amor, lo sé; pero sigo empecinado en encontrar ese mundo de dos en el que no quepa el embuste y traición no sea más que una extraña palabra sin sentido, jamás incluida en el incontestable léxico del respeto. Un lugar en el que el amor gane siempre, por norma, a la soberbia o el orgullo y no se impriman a todo color las decepciones; ya que tras el desencanto siempre surge un renacer, como surge el arco Iris tras la tormenta; pues no se puede matar con veneno a la esperanza.

Un lazo indivisible basado en la armonía donde discrepancias o diferencias se resuelvan a besos, felaciones, cunnilingus, sesenta y nueve lametones, lluvias doradas, griegos profundos, unas cervezas fresquitas, Gin tonic de Beefeater y arena de polvos selváticos; de cualquier modo, en cualquier circunstancia o cualquier lugar. Hagamos el amor entre cojines de seda, obviando el tiempo, con tus pechos al aire dibujando siluetas imposibles, basculando, como dulces y apetitosas gelatinas, asentada sobre mi sexo, ensartada en su erección, empalada, trotando o galopando a tu antojo, recreándote, subiendo y bajando despacio como el caballo de un lúbrico y libidinoso tiovivo en el que mis gritos de placer son y serán tu música; y la palma de las manos en tus glúteos desbocados la fusta que te espolea. Y tú, hembra insaciable, relamiéndote en tu propia ansia, pides y suplicas más y más delicia, consciente de que todo aquello que paga peaje al ilustrar mi mente lleva tatuado el calor, el color y el sabor de tu cuerpo.

HAS LEÍDO EL RELATO "TU CUERPO" INCLUIDO EN EL LIBRO "VESTIDA PARA AMAR" DE MAX PIQUER

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