El blog de Max Piquer: SABORES

Acércate mujer, así, despojada de ropa, mirada de fuego, la vergüenza desnuda, entrégate a ciegas, complacida. Arrodíllate ante mí, abre despacio esos labios hambrientos, como esa pesada puerta que da paso al interior de tus más intimas y secretas apetencias o delirios y acoge en su interior al grueso falo que mantiene despiertas tus mojadas ilusiones.

Dale gustosa la bienvenida que merece lamiendo con devoción, de la base a la cabeza, su erecta naturaleza. Archiva su olor en la mente, examina con esmero forma y calibre, recorre su longitud y descubre la hinchazón de sus venas y el bullir de la sangre que suscita el placer que le proporcionas.

Provócalo en una mamada infinita. que los alborotados pálpitos del deseo ardiente golpeen una y otra vez, sin pausa, en cada mágica embestida, tu paladar humedecido; para que no olvide nunca como sabe la semilla del apetito que tú misma, con tu majestuosa sensualidad, provocas.

Borra de la mente lo superfluo de tu existencia y concéntrate en las livianas papilas gustativas de tu lengua impenitente. Disfruta los variados sabores que detectan; dulces, salados, ácidos o amargos...
Para ti, a tu entera disposición, en cualquier momento, a cualquier hora, en cualquiera de tus sueños; eternamente agradecido al goce supremo que regala la presión de tus labios candentes, ardorosos, humeantes. Versos obscenos que escribes con lefa y saliva en el órgano que ordeñas y cobijas, como un sincero homenaje tributado por tu boca deseada.

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