Envuelta en tu corsé de seda y lentejuelas sonríes diariamente al mundo haciéndolo un poquito más feliz cada vez que te disfrazas y sueñas. Las penas y tristezas se esconden asustadas ante el travieso tsunami de juegos y febriles sensaciones que propone tu belleza onírica, espectacular, casi teatral. Una linda muñequita que envía al aire lametones por doquier y ósculos de caramelo a través de esos labios atrayentes que contagian, como una sugerente pandemia, esa locura vital que propone tu existencia; y así, jugueteando casi casi por inercia, con tan solo un par de guiños, bates las enormes pestañas sintéticas expandiendo a los cuatro vientos tu sensual encantamiento; como el hada benefactora y jocosa que encandila almas a golpes de su varita, con ese puntito de sal y pimienta que se queda para siempre adherido al paladar de aquellos que aprecian el exquisito sabor de la inocencia.
Eres bonita, eres sexy; y sé muy
bien que en tu disfraz de maniquí, bajo esa peluca resplandeciente y festiva, camuflada
bajo pinceladas de colorete, rimel, carmín y perfume de fragancia parisina, se esconde un alma privilegiada, femenina, tentadora;
un grandísimo corazón de terciopelo y candentes palabras amorosas que anhelan,
susurrantes, ser reescritas en tu piel al calor de una caricia.
Mujer pin up, enamórame con tu
candor, excita mi sexo con tu hálito, bájate de los tacones y mastúrbalo con
tus pies descalzos, emborróname de rojo la
boca con un beso de cine y hagamos el amor sin pausa hasta que la noche,
ya agotada, se retire sonriente a sus celestes aposentos.
Copyright © 2015 Max Piquer
Modelo: Mako Pastor García
Modelo: Mako Pastor García
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