El blog de Max Piquer: CÓMPLICES

Me gusta imaginar el roce de tus manos, de tu vientre, de tus labios en mi piel. Ser tu capricho, tu amante secreta y tú mi amante clandestino. Que me veas así como tú dices, rica, bonita y apetecible, saber que me deseas, querer entregarme a ti y excitarme contigo, tener nuestra complicidad, saberme tuya... pero ser de otro. Pensar en que él me toca, me besa... Mientras yo te pienso, te imagino, te vivo. Sentir dentro de mi que no le pertenece mi cuerpo sino a tí; escuchar en la mente sólo tus palabras, calentarme con tu aliento a través del suyo o que se me erice la piel cuando acaricia mi sexo; soñando que esos dedos que lo hurgan son en realidad tus dedos, que tuyo es el falo que me penetra y el fluido que recibo y esa saliva que bebo mana de tu boca realmente y es tu lengua y no otra la que lame mis senos enardecidos por tu recuerdo.

Darte placer y recibirlo y luego, después de haber sido la reina, la diosa, la mujer más excitante y lujuriosa, sintiéndome tan locamente deseada volver a ser la esposa dulce, tranquila y sumisa que aparento. Y que solamente tú conozcas mis pecados, que sólo tú y yo sepamos como soy, como amo, como siento.

Ser de tu propiedad, ser para siempre objeto de tus fantasías, protagonista indiscutible de tus más húmedos sueños; causa de tus erecciones y cómplice a muerte de mi sexualidad libertina.