El blog de Max Piquer: MASAJE

Las cuatro de la madrugada, escucho un vivo chaparrón que empapa el pavimento. Las farolas, vigilantes, alumbran las gotas de lluvia que se estrellan contra el suelo en mil pedazos y llaman a través de los cristales de mi ventana Me invade el sopor. Cansada tras un día agotador, tomo un descanso, Me cambio de ropa, me estiro. Te miro, me miras. Te beso, me besas, nos besamos. Después me susurras al oído.

—Siéntate aquí, quítate los zapatos, o mejor, deja que sea yo el que lo haga, así aprovecharé para acariciarte los tobillos mientras te relajas, ponte cómoda., suelta el cabello, estírate y bosteza. Te vendrá bien un buen masaje. Túmbate boca abajo, no pienses en nada mientras empiezo por tus pies, dedos, planta, tobillos, pantorrillas, gemelos. Una pequeña contractura que tras un poco de dolor, tiende a desaparecer. Aceites balsámicos, esenciales. Mis dedos patinan sobre tu piel, acaricio, tiento. Llego a los muslos, noto que te excitas. También yo al comprobar tu humedad.

Le toca el turno a los glúteos; los amaso con cadencia y decisión. Suspiras de nuevo. Ahora la espalda un tanto dolorida. Te relajas mientras trato las vértebras dorsales, lumbares, cervicales; la cabeza, la frente, las cavidades oculares, las sienes. Ya está completo el ciclo masajeador. Estoy excitado pero no voy a romper la placidez ni el relax que te envuelve.

Descansa, duerme, velo tu sueño, buenas noches amor… Ahora dejo que sea Morfeo el que te invite a bailar. Más tarde te buscaré entre los sueños.

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